sábado, 19 de julio de 2014

Pero no pasa nada.

El sonido de los grillos y la luz tenue del bombillo crean la burbuja que me envuelve y no puedo, por más que anhele, explotarla. Estoy, entre esperanzas, llenándome de sueños vacíos y de realidad que hace picar mi piel. Floto sobre la felicidad y me es imposible, por más que lo intento, tocarla. La tristeza da saludos que no cesan, y alzo mi mirada aguada hacia el cielo. Pero no pasa nada.
Cierro mis ojos y me siento pesada en euforia, las espinas de mi respiración explota la burbuja. Voy cayendo como pluma buscando, en vano, alguna luz para aferrarme a ella, pero tropiezo inmediatamente con mis miedos, que me envuelven entre pensamientos en una cúpula oscura como la noche. Y en segundos me encuentro envuelta sobre mi misma en la frialdad de mi cama, donde la soledad toca Sonatas a la luz de la Luna; y la melodía es extraña, pero calma.


Y pasa de todo, pero no pasa nada.

viernes, 13 de junio de 2014

Quisiera escribir de ti.

Quisiera escribir de ti, de la persona que alegra el funeral de mi vida, decir lo que dibujas quisiera yo. Es que sin ser pintor sabes usar colores que al deslizarlos por mi rostro nacen sonrisas, y permanecen si así lo quieres, y se van, y vuelven, y jamás se vencen, jamás se agota su intenso brillo. Quisiera escribir de ti y de cuando me conviertes en marinera con sólo mirar la profundidad de tus ojos, y es que ese azul agita mis olas y me hace naufragar en un rubor espontáneo.
Quisiera escribir de ti y de tus manos grandes y amoldeables a las mías, con tus dedos tan largos como papas fritas, esos dedos que siempre saben donde descansar. Yo escribiría de ti cariño, si el tiempo no se agotara tan fácilmente cuando juntos estamos, si la lluvia permaneciera dormida cuando caminamos por la calle, si tus besos fueran infinitos...
Quisiera escribir de ti, de ti cuando estás conmigo, de ti cuando disfrutas el Sol o el viento que acaricie tu rostro, de ti sin besar las mentiras, de ti abrazando la libertad, de ti quitándote los miedos del cuello, de ti riendo tan fuerte haciendo que el ruido grite en silencio.
Quisiera escribir de ti, y de la confianza con que paseas por la vida, de la armonía y paciencia de cada paso hacia el futuro, de las palabras correctas y tus consuelos, en los momentos correctos. Escribiría de tus cejas levantadas como si fuesen a entonar un himno y de tus piernas tan delgadas y largas que no riman con tu espalda.
Quisiera escribir de ti, y de lo que en verdad eres, de lo que amas y disfrutas. Quisiera escribir de ti, y de lo mucho que me encanta y detallo lo que eres. 




Cariño, quisiera escribir de ti.

jueves, 22 de mayo de 2014

Y te extraño.

Junto suspiros formando una escalera, que me llevan directamente a donde tú estás.
Mi atmósfera es tangible sin tu aire; y mi suelo es mitad nube y mitad mar.
Tengo mis brazos en espera de tu piel, y mis labios sólo decoran mi rostro.
Te extraño.
Tengo besos que no entran en la caja de cristal que es tu ausencia.
Tengo abrazos que no llenan el vacío de la soledad.
Tengo el olor de aquel café que nos tomamos junto a la ventana atrapado en mi nariz.
Siento un enorme espacio entre los dedos de mis manos.
Te extraño.
Y no siento el frío, y me es ajeno el calor.
Y es el Sol sólo la luz del día, y es la Luna sólo un faro nocturno.
Y es costumbre respirar.
Mis ojos cuelan tu mirada y repasan cada línea de tus labios.
Mi mente separa tu último recuerdo en cápsulas diarias, para evitar el dolor.
Te extraño.
Dibujo tu cuerpo exacto en la sombra del Sol, soplo el olvido hacia lo desconocido, me acurruco en el regazo del hastío y tu nombre es el himno de mi voz.
Te extraño.
Y el tiempo hace competencia con la lentitud,
y mis sueños son hipérbole de la realidad,
y el futuro que era esperanza, es pasado en segundos,
y el esperar de el tiempo se hace cobarde.



Y te extraño.